sábado, 22 de enero de 2011

José Oliva Castilla

José Oliva Castilla nació, casualmente el 10 de julio del año 1918 en Sevilla, y murió en Huelva, donde vivió los últimos años de su vida, el 27 de agosto de 1991. Oriundo de Villablanca, pasó su niñez en Isla Cristina, por ello, quizá, se piensa que era isleño. Su padre don José Oliva fue administrador de la fábrica de luz eléctrica "La Isleña".
Desde muy pequeño sintió afición por el arte y por motivos laborales paternos se traslada a Huelva a la edad de 12 años para dedicarse por entero al mundo del arte. Comenzó su vida artística en el Ateneo de Huelva teniendo como compañeros, entre otros, a Mateo Orduña y José A. Brunt. También el taller de San Cristobal o la Academia de San Cristobal, centro cultural y artístico de la ciudad, es el lugar de encuentro y de tertulia en la Huelva de segunda mitad del S-XX. Oliva acude a trabajar de forma más o menos esporádica o simplemente a charlar.


Trabajó con el ayamontino Antonio León Ortega para trabajos esporádicos en sus primeros años, década de los cuarenta y cincuenta.


Oliva es un hombre de fuerte personalidad, autodidacta, artista bohemio, culto y enamorado de su trabajo, que por no rendirse a componendas y caprichos, era capaz de renunciar al dinero, pero nunca a su obra, siempre imperfecta para él. Su estilo artístico, según el mismo decía: ...seguía una línea clásica pero con una tendencia naturalmente personal.



En Huelva conoce a la que luego sería su mujer Ángeles Sánchez Conejo (madre de sus dos hijas Mª Cinta y Rosario), apoyo y sostén de la familia.

Así era y así fue José Oliva, tallista onubense al que los nuevos tiempos de los sesenta obligaron a emigrar. Reside, con toda su familia, durante veintitantos años en Bruselas trabajando y exponiendo sus obras con un gran éxito de crítica y de venta.


En Bruselas durante muchos años debió enfrentarse a coleccionistas y anticuarios, en el difícil equilibrio que suponía el vivir de la restauración de objetos e imágenes salidos de España y que él sabía estaba siendo expoliado, en buena parte, del rico patrimonio eclesiástico de nuestro país. Un expolio que no siempre procedía de actuaciones fraudulentas o del robo, sino que era vendido conscientemente por sus poseedores.


José Oliva siguió dejando muestras de su gran calidad artística más allá de su tierra, pero con la esperanza de volver y seguir tallando en Huelva, lo que pudo hacer al cabo de los años. El reconocimiento de su arte es unánime y las mejores familias belgas se disputan sus trabajos, pero él echo de menos su patria, su Andalucía y finalmente regresa a Huelva.



Oliva trabajando en la imagen de Sta. Mª de África.

Oliva Castilla, un orfebre de la gubia, fue un polifacético artista, era tallista, escultor, dorador e imaginero. Oliva era un artista que no firmaba sus trabajos. Antes de trabajar en Tarifa realizó obras sobre todo en Huelva e Isla Cristina. La llegada de José Oliva a la Hermandad de la Oración en el Huerto de Huelva, tuvo lugar casi tres décadas después de la fundación de la misma, que surgió el día 7 de abril de 1922.



En Huelva, en su Semana Santa, no proliferaron mucho sus trabajos, aunque lo que se cuenta de él es de gran calidad. Resalta como obra cumbre el paso de Misterio de la Hermandad de las Tres Caídas (1948-1954) y el paso de Misterio de la Oración en el Huerto.





En Sevilla, realizó el altar de los Gitanos, el paso de la Divina Pastora y el de los Capuchinos.



En Isla Cristina, la urna y los respiraderos que componen el paso neobarroco del Santo Entierro es la obra más admirada por los isleños, además destacan su altar mayor, el mobiliario de la Alcaldía de la ciudad, el Retablo de la Borriquita, la Capilla de la Virgen del Carmen, confesionarios de la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores y algún que otro objeto para familias isleñas.


SU ESTANCIA EN TARIFA.



Afincado con su familia en Tarifa tuvo su domicilio en la C/Guzmán el Bueno nº29 y posteriormente en la C/Sancho IV el Bravo. Aquí realizó el paso procesional del Santo Cristo del Consuelo con cuatro cabezas de evangelistas incorporadas en las esquinas, el paso de Ntro. Padre Jesús Nazareno, una copia de la Virgen de la Luz para la familia Labao y la puerta con guerrero de la familia Catalá.





Residiendo en Tarifa, los miembros de la Colonia Tarifeña en Ceuta, con ocasión de una visita a la ciudad de Guzmán el Bueno descubrieron al imaginero de huelva dando los últimos toques a una imagen de la Virgen de la Luz, que iba a ser instalada en una de las embarcaciones pesqueras tarifeñas. Tan admirada fue la obra que requirieron los servicios del artista para realizar otra imagen de la Virgen de la Luz, para ser venerada en el Santuario de la Virgen de África por los miembros de la Colonia Tarifeña.


En Tarifa le encargaran tambien una reproducción en madera de cedro del Cánada de la Virgen de Santa María de África, patrona de Ceuta, para regalar al Caudillo. La imagen se llevo una vez concluida en peregrinación a la Capilla del Palacio del Pardo donde quedo instalada. Posteriormente le encargarían de nuevo en Ceuta la realización del paso para la Cofradía del Santo Entierro.


Paso procesional para la Cofradía del Sto. Cristo del Consuelo.


En el año 1963 el Hermano Mayor don Juan Trujillo Arcos comenzó una suscripción para hacer un paso para el Stmo. Cristo. El paso la fue encargado al maestro tallista don José Oliva Castilla. Era una auténtica joya hecha en madera de tallada, rematado en sus esquinas con cuatro cabezas de los evangelistas y cuatro hachones de madera (aún se conservan).


Entre las personas y entidades que colaboraron se encontraba, D. Juan Herrera Fernández, Marqués de la Viesca y Consejero-Delegado del Consorcio Nacional Almadrabero que independientemente de sus donativos personales, ordenó que durante varios años se le diera a la Cofradía, atunes de los cogidos por la Almadraba tarifeña de la que era capitán D. Antonio Pérez Zaragoza, para que fuesen subastados y de esta manera colaborar con los gastos de la Cofradía. Sabemos que en el año 1963 se le donó dos atunes y uno en 1964. El 24 de Junio de 1964 se le entregó al Sr. herrera la primera medalla de oro de la Cofradía, en gratitud por su generosidad.



El Miércoles Santo 25 de Marzo de 1964 salió por primera vez, aunque sin terminar, el paso del Cristo fue llevado por almadraberos y su fiscal era don Antonio Pérez Zaragoza y llevó como ayudante a don José Romero Gallardo. El encargado de organizar la procesión fue el secretario don Juan Gil Santamaría. Tanto el paso del Cristo como el de la Virgen iban escoltados por piquetes de la Marina de Guerra.


El Sermón de la Cita fue predicado por el Rvdo. Padre D. Mateo Silva Romero, párroco de Tahivilla. La procesión fue presidida por los Hermanos Mayores de Honor, Comandante Militar de la Marina de la provincia en representación del Excmo. Sr. Ministro de Marina, Sr. Alcalde, D. Francisco Terán Fernández y D. Enrique Arévalo Pelluz, Jefe de la Estación Naval de Tarifa. Detrás del paso del Cristo a su paso por la Calzada tocaba el pífano D. Vicente Muñoz Balongo y el tambor D. Sebastian Franco Nieto.


En el Desfile Procesional del 14 de Abril de 1965, el paso del Cristo ya estaba finalizado y su fiscal fue D. Miguel Silva Campos ayudado por D. José Jiménez Rojas. El Sermón de la Cita fue predicado por el Rvdo. Padre D. Luis Charlo Brea, Coadjutor de San Mateo Apóstol. La presidencia de Honor detrás del paso del Cristo estuvo compuesta por el Comandante Militar de Marina, Sr. alcalde, el Sr. Jefe de la Estación Naval de Tarifa y Hermanos Mayores de Honor. El paso de Cristo y el de la Virgen eran escoltados por la Marina de Guerra y la procesión llevaba un piquete de la Marina.


El día 27 de Noviembre de 1972 el paso quedó destrozado por el hundimiento de los techos del almacén donde se guardaba, como consecuencia del temporal sufrido en nuestra Ciudad. Por aquel tiempo se valoró las pérdidas en un millón doscientas mil pesetas. esta tragedia llevó al desánimo de los componetes de la Junta de Gobierno y hace que la Cofradía esté sin procesionar durante los años 1973, 1974 y 1975.


Esto es a grandes rasgos, la vida de un hombre artista, bohemio y genial que quedará en el recuerdo de todos los tarifeños y de nuestra Cofradía.

Bibliografía:

Archivo Cofradía Sto. Cristo del Consuelo, Ntra. Sra. de las Lágrimas y San Juan Evangelista.

Familia de José Oliva Castilla. Agradecimiento a su viuda Doña Ángeles Sánchez Conejo.